Morder la mano que te da de comer

No muerdas la mano que te da de comer lenguaje figurado

La cuidadora del zoo Joanna Klass alimenta a mano a un flamenco chileno en el zoo de Woodland Park en Seattle. El zoo lleva cerrado casi tres meses por el brote de coronavirus, el 26 de mayo de 2020. (AP Photo/Elaine Thompson)

Las relaciones entre las personas pueden ser complejas. Por eso, para ayudar hay algunas buenas reglas que seguir. Por ejemplo, cuando se trata de personas en el trabajo o con un amigo, suele ser buena idea mantener la calma y ser fácil.

Las relaciones personales o laborales pueden verse perjudicadas si se grita o se enfada con alguien. Esto es especialmente cierto si ese «alguien» te ayuda de manera significativa, como por ejemplo, asegurándose de que te paguen.

Esta frase significa que actúas mal con la persona que te está ayudando o te ha ayudado. Cuando muerdes la mano que te da de comer, estás siendo ingrato, desagradecido y poco agradecido. Y eso son muchas palabras «no». En otras palabras, te vuelves en contra, atacas e incluso dañas a alguien que te está ayudando.

Digamos que alguien viene a tu negocio y quiere comprarte algo o incluso ofrecerte una oportunidad para un nuevo trabajo. Pero tú, a cambio, eres grosero con esa persona. En ese caso, podría decirle: «No debes morder la mano que te da de comer».

Nunca muerdas la mano que te da de comer

– Tus padres son estrictos, pero tú tienes 25 años y sigues recibiendo dinero de ellos, así que ten cuidado con morder la mano que te da de comer.  – Tuvimos suerte de conseguir patrocinio para la conferencia, así que asegúrate de que los ponentes no muerden la mano que nos da de comer. No estás obligado a coger una, así que no muerdas la mano que te da de comer.

– ¿Por qué tus nietos muerden la mano que les da de comer?    Si tu hija no los disciplina, quizá deberías hacerlo tú.- Me da mucha vergüenza que cuando era joven solía morder la mano que me daba de comer.- Podrías mostrar algo de aprecio yendo al menos a tus clases en lugar de morder la mano que te da de comer.- Aunque nuestra Federación da apoyo y entrenamiento gratuitos a los atletas, muchos siguen mordiendo la mano que les da de comer al no representar al país en eventos internacionales.

Muerde la mano que te da de comer origen

«El perro de un jardinero, que jugueteaba al borde de un pozo en el jardín, se cayó. El jardinero corrió a socorrerlo, pero cuando intentaba ayudarlo, el perro le mordió la mano. El hombre, molesto por lo que consideraba un comportamiento tan ingrato hacia alguien cuyo único objetivo era salvarle la vida, se alejó y dejó que el perro se ahogara».

Esta expresión se utilizó ya en el año 600 a.C. por la poetisa griega Safo. El primer uso conocido en inglés es el del escritor Joseph Addison en 1711. La expresión se basa en la metáfora de un perro que muerde a su amo, como en el ejemplo de las Fábulas de Esopo.

Dichos como no morder la mano que te da de comer

Durante toda mi infancia me recordaron que nunca debía morder la mano que me daba de comer. Debería simplemente sonreír, sentarme tranquilamente y aceptar lo que recibía sin cuestionarlo. Como dicen algunos: «Al menos tienes algo, ¿por qué deberías quejarte?».

Esta filosofía dominaba mi vida en Rumanía, donde había que adaptarse, aceptar tácitamente el mal hacer de los demás, con la esperanza de que algún día mejorara. ¿Y mejoró alguna vez? Todavía nos hacemos esta pregunta 30 años después de que la Revolución abriera nuestras fronteras y permitiera el nacimiento de la «libertad».

Antes de irme a la universidad, mi madre me recordó que debía ser un invitado a la mesa y que debía comportarme como los demás: mostrar gratitud, sonreír y abstenerse de criticar. «No te servirá de nada», me dijo. Vivir toda su vida bajo un sistema que apartaba a los que tenían el valor de hablar, le había dejado la impresión de que el cambio era imposible. El idealismo que una vez dominó el renacimiento de mi nación después de 1989 se ha desvanecido lentamente. Algunas personas aún lo tienen, marchando a las calles cada vez que ocurre algo indignante, pero la gran mayoría de mi país se queda callada y lo acepta. La inmensa mayoría es testigo de lo que se hace mal y de las cosas que pueden ser poco éticas o cuestionables en algunas circunstancias. La gran mayoría es testigo de cómo algunos programas se hacen únicamente para la reproducción de la clase rica y de cuánto se promueve el individualismo. La gran mayoría lo acepta, se adapta a ello y lo promueve como forma de vida.