Contenidos
Que es el sindrome de piernas inquietas
Síndrome de las piernas inquietas: la nueva cura
Descargo de responsabilidad del contenido El contenido de este sitio web se proporciona únicamente con fines informativos. La información sobre una terapia, un servicio, un producto o un tratamiento no respalda en modo alguno dicha terapia, servicio, producto o tratamiento y no pretende sustituir el consejo de su médico u otro profesional sanitario registrado. La información y los materiales contenidos en este sitio web no pretenden constituir una guía completa sobre todos los aspectos de la terapia, el producto o el tratamiento descritos en el sitio web. Se insta a todos los usuarios a que busquen siempre el asesoramiento de un profesional de la salud registrado para obtener un diagnóstico y respuestas a sus preguntas médicas y para determinar si la terapia, el servicio, el producto o el tratamiento concretos descritos en el sitio web son adecuados en sus circunstancias. El Estado de Victoria y el Departamento de Salud no asumirán ninguna responsabilidad por la confianza que cualquier usuario deposite en los materiales contenidos en este sitio web.
Tratamiento del síndrome de las piernas inquietas
El síndrome de las piernas inquietas (SPI), ahora conocido como enfermedad de Willis-Ekbom (WED), es en general un trastorno de larga duración que provoca una fuerte necesidad de mover las piernas.[2][7] A menudo se produce una sensación desagradable en las piernas que mejora un poco al moverlas.[2] A menudo se describe como un dolor, un hormigueo o una sensación de arrastre.[2] Ocasionalmente, los brazos también pueden verse afectados. [Las sensaciones generalmente ocurren cuando se está en reposo y, por lo tanto, pueden dificultar el sueño[2]. Debido a la alteración del sueño, las personas con SPI pueden tener somnolencia diurna, baja energía, irritabilidad y un estado de ánimo deprimido[2]. Además, muchos tienen espasmos en las extremidades durante el sueño[8] El SPI no es lo mismo que el golpeteo habitual de los pies o el balanceo de las piernas[9].
Los factores de riesgo del SPI incluyen niveles bajos de hierro, insuficiencia renal, enfermedad de Parkinson, diabetes mellitus, artritis reumatoide, embarazo y enfermedad celíaca[2][4][10] Varios medicamentos también pueden desencadenar el trastorno, como los antidepresivos, los antipsicóticos, los antihistamínicos y los bloqueadores de los canales de calcio. [Hay dos tipos principales[2]: uno es el SPI de inicio temprano, que comienza antes de los 45 años, es hereditario y empeora con el tiempo[2] y el otro es el SPI de inicio tardío, que comienza después de los 45 años, se inicia de forma repentina y no empeora[2]. El diagnóstico se basa generalmente en los síntomas de la persona, después de descartar otras posibles causas[6].
Cómo detener las piernas inquietas inmediatamente
Los síntomas del SPI fueron descritos por primera vez por Willis (1685) y luego publicados por Ekbom (1960). A pesar de haberse introducido hace cientos de años, sigue siendo un trastorno poco reconocido debido a su fisiopatología poco clara y a su morbilidad relativamente baja, lo que da lugar a un reconocimiento limitado por parte de los médicos de atención primaria y a un diagnóstico erróneo e insuficiente. El SPI se considera un trastorno neurológico sensoriomotor común que se manifiesta como un impulso irresistible de mover el cuerpo para aliviar las sensaciones incómodas. Existe un importante ritmo circadiano del SPI, ya que suele empeorar por la noche.
La mayoría de los estudios han concluido que tanto la prevalencia como la gravedad del SPI aumentan con la edad (Phillips et al., 2000; Ohayon y Roth, 2002), lo que sugiere que el proceso neurodegenerativo puede desempeñar un papel importante en el SPI. El estilo de vida de las personas mayores y los cambios seniles, incluidos los cambios cardiovasculares y del metabolismo, también están relacionados con el SPI (Koh et al., 2015; Cassel et al., 2016). En los adultos, la incidencia del SPI es dos veces mayor en las mujeres que en los hombres (Berger et al., 2004), lo que puede ser el resultado de las hormonas como el estrógeno y la progesterona y los diferentes roles sociales.
Prueba del síndrome de las piernas inquietas
El síndrome de las piernas inquietas es uno de los trastornos del sueño y del movimiento más comunes. Se calcula que afecta al 5-10% de los adultos y al 2-4% de los niños en Estados Unidos. Por razones desconocidas, este trastorno afecta más a las mujeres que a los hombres. La prevalencia del síndrome de las piernas inquietas aumenta con la edad.
El patrón de herencia del síndrome de las piernas inquietas no suele estar claro porque pueden intervenir muchos factores genéticos y ambientales. El trastorno suele ser hereditario: Entre el 40 y el 90 por ciento de los individuos afectados dicen tener al menos un pariente de primer grado afectado, como un padre o un hermano, y muchas familias tienen múltiples miembros afectados. Los estudios sugieren que la forma de inicio temprano del trastorno es más probable que se dé en familias que la forma de inicio tardío.En algunas familias afectadas, el síndrome de las piernas inquietas parece tener un patrón de herencia autosómico dominante. La herencia autosómica dominante sugiere que una copia de un gen alterado en cada célula es suficiente para causar el trastorno. Sin embargo, no se han identificado los cambios genéticos asociados al síndrome de las piernas inquietas en estas familias.