Qué pasa si tengo menos de 60 pulsaciones por minuto

Ritmo cardíaco en reposo 50 bpm no es un atleta

Actual a partir de: 31 de agosto de 2020 Autor: Revisión médica del personal de Healthwise: E. Gregory Thompson MD – Medicina Interna Martin J. Gabica MD – Medicina Familiar Kathleen Romito MD – Medicina Familiar Adam Husney MD – Medicina Familiar John M. Miller MD, FACC – Cardiología, Electrofisiología

Revisión médica: E. Gregory Thompson MD – Medicina Interna & Martin J. Gabica MD – Medicina Familiar & Kathleen Romito MD – Medicina Familiar & Adam Husney MD – Medicina Familiar & John M. Miller MD, FACC – Cardiología, Electrofisiología

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Síntomas de bradicardia

Una de las formas más fáciles, y tal vez más eficaces, de medir su salud puede hacerse en 30 segundos con dos dedos.  La medición de la frecuencia cardíaca en reposo (FCR) -el número de latidos por minuto en reposo- es una instantánea en tiempo real del funcionamiento del músculo cardíaco.

Es fácil de hacer. Coloca los dedos índice y corazón en la muñeca, justo debajo del pulgar, o a ambos lados del cuello, para sentir el pulso. Utiliza un reloj para contar el número de latidos durante 30 segundos y duplícalo para obtener tus latidos por minuto. Repite la operación unas cuantas veces para asegurarte de que la lectura es precisa. Aunque se considera que la frecuencia cardíaca es normal si está entre 60 y 100 latidos por minuto, la mayoría de los adultos sanos y relajados tienen una frecuencia cardíaca en reposo inferior a 90 latidos por minuto.

La frecuencia cardíaca en reposo, cuando se considera en el contexto de otros marcadores, como la presión arterial y el colesterol, puede ayudar a identificar posibles problemas de salud, así como a calibrar su salud cardíaca actual.

Por ejemplo, un estudio publicado en 2013 en la revista Heart realizó un seguimiento de la salud cardiovascular de unos 3.000 hombres durante 16 años y descubrió que una frecuencia cardíaca en reposo elevada estaba relacionada con una menor aptitud física y una mayor presión arterial, peso corporal y niveles de grasas sanguíneas circulantes. Los investigadores también descubrieron que cuanto mayor era la frecuencia cardíaca en reposo de una persona, mayor era el riesgo de muerte prematura. En concreto, una RH entre 81 y 90 duplicaba la probabilidad de muerte, mientras que una RH superior a 90 la triplicaba.

Qué es una frecuencia cardíaca peligrosa

El músculo cardíaco es el encargado de hacer circular la sangre por todo el cuerpo. Cuando el corazón no funciona como se supone que debe hacerlo y desarrolla una frecuencia cardíaca anormalmente lenta, inferior a 60 latidos por minuto, la afección se conoce como bradicardia.

El principal síntoma de la bradicardia es una frecuencia cardíaca inferior a 60 latidos por minuto. Esta frecuencia cardíaca anormalmente baja puede hacer que el cerebro y otros órganos se queden sin oxígeno, lo que puede provocar síntomas como:

El diagnóstico de la bradicardia suele comenzar con la elaboración del historial médico y la realización de un examen físico. Durante el examen físico, el médico escuchará el corazón del paciente para detectar si hay una frecuencia cardíaca anormal. También se pide a los pacientes una descripción detallada de sus síntomas. Los síntomas pueden sugerir la presencia de bradicardia. Si es así, o si se observa una frecuencia cardíaca anormal, el médico puede solicitar un electrocardiograma para confirmarlo. Un electrocardiograma es un procedimiento indoloro que registra la actividad eléctrica del corazón.

Cómo aumentar la frecuencia cardíaca

La bradicardia en los adultos significa que su frecuencia cardíaca en reposo es inferior a 60 latidos por minuto (LPM), aunque algunos estudios utilizan una frecuencia cardíaca inferior a 50 LPM.[1] La bradicardia no suele causar síntomas hasta que la frecuencia desciende por debajo de 40 LPM. Cuando es sintomática, puede causar fatiga, debilidad, mareos, sudoración y, con frecuencias muy bajas, desmayos[2].

Las bradicardias auriculares se dividen en tres tipos. El primero, la arritmia sinusal respiratoria, suele darse en adultos jóvenes y sanos. La frecuencia cardíaca aumenta durante la inhalación y disminuye durante la exhalación. Se cree que esto se debe a cambios en el tono vagal durante la respiración[5]. Si la disminución durante la espiración hace que la frecuencia cardíaca descienda por debajo de 60 BPM en cada respiración, este tipo de bradicardia suele considerarse benigna y un signo de buen tono autonómico[cita requerida].

La segunda, la bradicardia sinusal, es un ritmo sinusal inferior a 60 BPM. Es una condición común que se encuentra tanto en individuos sanos como en aquellos considerados como atletas de buena condición. Los estudios han descubierto que entre el 50 y el 85% de los atletas acondicionados tienen bradicardia sinusal benigna, en comparación con el 23% de la población general estudiada[6] El músculo cardíaco de los atletas se ha acondicionado para tener un mayor volumen de carrera, por lo que requiere menos contracciones para hacer circular el mismo volumen de sangre[5].