El despertar de las mañanas en la tv huele a café recién hecho en formato de narración de desayunos con el presentador del espacio magazine de actualidad de los programas de la madrugada en la parrilla de distintas televisiones.
Antes de Espejo Público de Susana Griso, los de Atresmedia han emplazado un desayuno con la presentadora, en el que la reina de las mañanas entrevista a un personaje publico, hay de todo en la selección de personajes de la periodista, metida a sumo a alterar de la opinión pública mediática.
El pasado jueves, la periodista sentó a la mesa de desayunos a un clásico J.M. Carrascal, el periodista de pura raza, capaz de realizar una crónica de prensa, retransmitir un programa radiofónico o conducir un informativo de TV a la perfección, con mucha personalidad y un estilo muy definido, admirado por unos y criticado por otros, pero reconocido por todos como periodista de la libre información, y gran profesionalidad.
Sus extravagantes, coloristas y rutilantes corbatas en las que realiza distintos nudos de corbata de distintas índole, le otorgaron en la pequeña pantalla, que dominaba con conocimiento, y voz aflautada que se distingue a 1000 leguas. Jose María Carrascal, periodista, corresponsal, editor, supo como entrar en la libertad de expresión e de información recién estrenada, después de la muerte de Franco, con mucho ingenio, poder y un gran sentimiento de defensa de la libertad de prensa. Sabiendo que la información en la TV tiene que ver con el entretenimiento y la diversión, según temas y acontecimientos que requerían tratamientos bien diferenciados.
Hermida, Cirilo, Carrascal son algunos de los nombres a los que la profesión del periodismo les debe su reconocimiento y un gran aplauso, ya que sin ellos, el panorama actual de los medios habría sido, bien distinto, a pesar de sus estridentes corbatas, más propias de un jefe de pista circense, más que de un digno presentador de informativos de tv
