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Medidas contra el cambio climatico en españa
España ley del clima
Respecto a las concesiones existentes, los titulares de las mismas deberán presentar un informe, cinco años antes de la finalización del plazo de la concesión de explotación, que refleje el potencial de reconversión de la instalación/localización para usos alternativos del subsuelo (en particular, el establecimiento de energías renovables y geotermia), incluyendo la consideración del mantenimiento de los niveles de empleo.
Por otro lado, se establece que la aplicación de nuevos beneficios fiscales a los productos energéticos de origen fósil deberá justificarse en base al interés social y económico, dada la inexistencia de alternativas tecnológicas.
En 2023, y cada dos años a partir de entonces, una Resolución de la Secretaría de Estado de Energía establecerá la relación de nuevas instalaciones de suministro de carburantes y combustibles obligadas a cumplir la nueva normativa, en función del volumen de ventas indicado en la tabla anterior (así como las excepciones y barreras técnicas para su cumplimiento).
Todos los proveedores de servicios de recarga eléctrica deberán remitir por vía electrónica al Ministerio para la Transición Ecológica y el Desafío Demográfico información actualizada sobre la ubicación, características y disponibilidad de estas instalaciones, así como el precio de venta al público del servicio de electricidad o recarga.
Cambio climático en españa the guardian
Después de que España acogiera la COP25 en 2019 y de que muchas ciudades españolas se declararan en emergencia climática, el movimiento climático del país ha crecido, especialmente entre los jóvenes. Pero la pandemia de coronavirus frenó este nuevo impulso y sumió al país del sur de Europa, con una importante industria turística, en una recesión económica. Ahora, los planes de recuperación económica, como la ampliación de los aeropuertos de Barcelona y Madrid, financiados con el dinero de la UE para la recuperación del coronavirus, están empujando a la gente a las calles de nuevo. La protesta del 19 de septiembre reunió a miles de personas de un amplio abanico de grupos de la sociedad civil, como activistas del clima, sindicatos de trabajadores, agricultores y movimientos que luchan por una vivienda digna. «Sin sostenibilidad no hay justicia social».
«En 2019, medio millón de personas salieron a la calle por la cuestión climática y habrían seguido haciéndolo de no ser por la pandemia. Desde entonces, todo está en stand by», dice Samuel Martín-Sosa, hasta hace poco director de relaciones internacionales de Ecologistas en Acción, uno de los grupos de acción ambiental más antiguos del país. La protesta a las afueras de Barcelona, así como una manifestación a pequeña escala en Madrid, hicieron que el movimiento climático volviera a la acción.
España energías renovables
Desde el 20 de noviembre de 2021 se celebra en España una asamblea ciudadana nacional sobre el cambio climático. Un centenar de ciudadanos elegidos al azar, como reflejo de la sociedad, debaten en cinco sesiones online la pregunta «Una España más segura frente al cambio climático, ¿cómo lo hacemos?». El país sigue así los ejemplos de Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Irlanda, Escocia y Reino Unido.
La puesta en marcha de la Asamblea Ciudadana se basa, entre otras cosas, en la Ley de Cambio Climático y Transición Energética aprobada en mayo de 2021. El artículo 39 del texto de la ley, que trata de la «participación ciudadana», establece que para la elaboración de «planes, programas, estrategias, instrumentos y disposiciones generales que deban adoptarse en la lucha contra el cambio climático y la transición energética», el Gobierno «garantizará una participación ciudadana estructurada mediante la creación de una Asamblea Ciudadana Nacional sobre el Cambio Climático».
En Irlanda, ciudadanos seleccionados al azar ya formularon recomendaciones para la política climática nacional en 2017. Los miembros de la Asamblea Ciudadana votaron en un 80% o más a favor de 13 recomendaciones sobre el cambio climático. Entre ellas se encontraban propuestas como la creación de una nueva estructura de gobernanza que sitúe la política climática en el centro de la elaboración de políticas. También hubo mayorías a favor de aumentar el impuesto sobre el carbono de Irlanda y de gravar las emisiones de gases de efecto invernadero de la agricultura, que es el mayor emisor de gases perjudiciales para el clima de Irlanda.
España mix energético
Tenemos que desvincular el crecimiento económico de las emisiones de gases de efecto invernadero, dijo el presidente del Grupo del Banco Mundial, Jim Yong Kim, a los estudiantes en una conferencia en la Universidad de Georgetown el 18 de marzo de 2015. Habló de los retos de desarrollo creados por el cambio climático y de las acciones para reducir los motores del cambio climático y su impacto.
El cambio climático es fundamentalmente un problema de desarrollo. Amenaza con exacerbar la pobreza y perjudicar el crecimiento económico. Al mismo tiempo, la forma en que los países crecen y las inversiones que realizan para satisfacer las necesidades de energía, alimentos y agua de una población en expansión pueden alimentar el cambio climático, aumentando los riesgos en todo el mundo, o contribuir a las soluciones.
En una conferencia dirigida a estudiantes de la Universidad de Georgetown en Washington, D.C., el 18 de marzo, el Presidente del Grupo del Banco Mundial, Jim Yong Kim, expuso cinco áreas clave en las que las políticas y las opciones de crecimiento pueden ayudar a reducir los factores que impulsan el cambio climático.
Los sistemas de fijación de precios del carbono -como los sistemas de comercio de derechos de emisión que limitan las emisiones o los impuestos sobre el carbono que cobran por tonelada- envían un mensaje a largo plazo.