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Expediente nacionalidad española por residencia
Nueva ley de nacionalidad española 2021
La norma general dice que cualquier extranjero que haya vivido en España con su permiso de residencia ininterrumpidamente durante 10 años obtendrá la nacionalidad española por residencia. Sin embargo, hay ciertas excepciones o situaciones en las que se puede obtener la nacionalidad mucho más rápido: *Hablaremos más a fondo de las características de esos años en el apartado de requisitos para que entiendas lo que los hace válidos. ¿Tienes alguna duda? Pregunta cualquier cosa a nuestros abogados de inmigración y obtén una respuesta al instante:
Como hemos comentado, el principal requisito para este tipo de nacionalidad es demostrar que se ha vivido en España durante el tiempo suficiente. Pero no basta con estar físicamente en el país. Para que los años transcurridos cuenten para la nacionalidad, debes asegurarte de que:* Por otro lado, el primer año con tu arraigo computa para el cómputo de la ciudadanía.
Otro requisito importante es demostrar un nivel suficiente de integración con la sociedad española. Esto se comprueba a través de 2 pruebas de ciudadanía diferentes:Ambas pruebas están organizadas por el Instituto Cervantes.En este último caso, se trata de una prueba de elección múltiple. Las preguntas se eligen de una lista de 300 preguntas publicadas anualmente por el Instituto. Así que la mejor manera de aprobarlo es practicar haciendo todas ellas de antemano.
Ciudadanía española por matrimonio
Todas las vías de naturalización conducen a la inscripción del interesado en el Registro Civil español. La inscripción da derecho a la obtención del documento nacional de identidad y del pasaporte españoles.
Así, cualquier persona que esté o haya estado bajo la patria potestad de un español, o cuya madre o padre haya sido español y haya nacido en España, o los adoptados mayores de 18 años, pueden optar a la nacionalidad española.
La Ley 52/2007, de 26 de diciembre, conocida como Ley de la Memoria Histórica, establece un procedimiento especial para la adquisición de la nacionalidad española por opción, en beneficio de los descendientes de españoles exiliados durante la Guerra Civil y la dictadura.
El interesado deberá acreditar la concurrencia de circunstancias excepcionales que justifiquen la concesión de la nacionalidad. La valoración de las circunstancias excepcionales alegadas no está sujeta a las normas generales del procedimiento administrativo y se realiza caso por caso. Las circunstancias excepcionales en las que se puede basar una solicitud son muy variadas: motivos relacionados con la cultura, el deporte, la ciencia, la solidaridad, etc.
Ciudadanía española para filipinos
Si quieres convertirte en ciudadano español y obtener el pasaporte en el país, sigue leyendo. En este artículo vamos a resolver todas tus dudas sobre la nacionalidad española. Repasaremos las 4 opciones que tienes para obtenerla, los documentos y requisitos para cada una, y el proceso de solicitud. ¡Incluyendo un útil consejo para conseguirla en la mitad de tiempo! Así que prepárate para aprender cómo conseguir la nacionalidad española.
La nacionalidad española es un derecho que puedes obtener y que te permite vivir indefinidamente en España; al mismo tiempo que te otorga ciertos beneficios, como el derecho a votar o a circular y trabajar libremente dentro de la UE.
La forma más habitual de adquirir la nacionalidad española es por derecho de nacimiento. Siempre que hayas nacido en España y tus padres sean españoles, te conviertes directamente en un nacional del territorio español.
La nacionalidad española se regula a través de uno de los documentos más básicos del país, el Código Civil, publicado en 1889. Sin embargo, las autoridades han implementado varias modificaciones (las estudiaremos en un segundo momento) que afectan a la forma en que puedes obtener la nacionalidad. Son, por ejemplo, las que vienen especificadas en el Real Decreto 1004/2005.
Tiempo de tramitación de la nacionalidad española
La práctica de conceder la ciudadanía a los residentes surgió por primera vez en las ciudades y estados de la antigua Grecia, donde sólo se concedía a los propietarios. Los romanos adoptaron la práctica como una concesión de privilegios que podía otorgarse a los pueblos conquistados o negárselos; con el tiempo, la ciudadanía se concedió a todos los habitantes libres del imperio. La difusión de los ideales de la ciudadanía sufrió un revés en Europa durante la era feudal, pero se reavivaron durante el Renacimiento, y luego cristalizaron durante las revoluciones americana y francesa.
Según la 14ª Enmienda de la Constitución de EE.UU., «todas las personas nacidas o naturalizadas en los Estados Unidos, y sujetas a su jurisdicción, son ciudadanos de los Estados Unidos y del Estado en el que residen». (Una persona nacida fuera de EE.UU. de padres nacidos o naturalizados en EE.UU. también es ciudadano de EE.UU.) La Enmienda deja claro que el término ciudadano se aplica con mayor precisión a una persona que ha jurado lealtad a un país (en este caso, EE.UU.) y tiene los derechos y la protección de ese país. También utiliza el término ciudadano en el sentido de «residente de un Estado», lo que no podemos discutir. Sin embargo, residente (y no ciudadano) es la mejor opción para referirse a una persona que paga las facturas para mantener un techo sobre su cabeza en un pueblo o ciudad.