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Union oceano atlantico y pacifico
El océano pacífico y el océano atlántico se encuentran en el lugar llamado cabo
Aunque hemos dado nombres distintos a los océanos de nuestro planeta, en realidad no hay ninguna frontera entre ellos, y las corrientes fluyen continuamente entre ellos y mezclan sus aguas. Los océanos Atlántico y Pacífico se «juntan» en el extremo sur de Sudamérica. En esta región, una fuerte corriente lleva el agua de oeste a este, arrastrando el agua del Pacífico al Atlántico.
Los vídeos que habrás visto en Internet, en los que se ven dos masas de agua de distintos colores a la deriva, muestran en realidad agua dulce de color claro, rica en sedimentos, procedente de los glaciares derretidos, que se encuentra con el agua oscura y salada del océano en el Golfo de Alaska (y que, con el tiempo, las corrientes y los remolinos también hacen que se mezclen).
Aquí se produce la unión de los océanos atlántico y pacífico.
El océano Atlántico es el segundo más grande de los cinco océanos del mundo, con una superficie de unos 106.460.000 km2 [2] [3]. Se sabe que separa el «Viejo Mundo» de África, Europa y Asia del «Nuevo Mundo» de las Américas en la percepción europea del mundo.
El océano Atlántico ocupa una cuenca alargada en forma de S que se extiende longitudinalmente entre Europa y África al este, y las Américas al oeste. Como componente del océano mundial interconectado, está conectado en el norte con el océano Ártico, con el océano Pacífico en el suroeste, con el océano Índico en el sureste y con el océano Antártico en el sur (otras definiciones describen que el Atlántico se extiende hacia el sur hasta la Antártida). El océano Atlántico está dividido en dos partes, por la contracorriente ecuatorial, con el océano Atlántico Norte(ern) y el océano Atlántico Sur(ern) a unos 8°N[6].
Las exploraciones científicas del Atlántico incluyen la expedición Challenger, la expedición alemana Meteor, el Observatorio de la Tierra Lamont-Doherty de la Universidad de Columbia y la Oficina Hidrográfica de la Marina de los Estados Unidos[6].
La confluencia de dos océanos, desacreditada
Los ciclones tropicales, como el huracán Patricia que se ve aquí en el Pacífico oriental acercándose a México en 2015, pueden verse influenciados por la variación de las temperaturas de la superficie del mar tanto dentro de su propia cuenca oceánica como desde lejos. Crédito: Scott Kelly/NASA
Utilizando registros de ciclones de 1950 a 2015 y simulando ciclos climáticos idealizados, los autores descubrieron que cuando la superficie del Atlántico se calienta, los ciclones tropicales posteriores en el Pacífico oriental son menos frecuentes y más débiles.
Del mismo modo, cuando la superficie del Atlántico se enfría, el Pacífico oriental experimenta en cambio ciclones más frecuentes y fuertes. En cuanto al mecanismo que subyace a esta relación, los autores descubrieron que puede estar impulsado por un patrón climático denominado Modo Meridional del Atlántico.
El modo meridional del Atlántico describe los altibajos de las temperaturas superficiales del océano Atlántico. Durante su fase positiva, este modo aporta temperaturas superficiales del mar inusualmente cálidas a los trópicos del norte. En su fase negativa, las temperaturas de la superficie del mar se enfrían.
Los científicos saben que la fase positiva del modo refuerza los ciclones en la cuenca atlántica, mientras que la fase negativa los suprime. Sin embargo, el nuevo estudio sugiere que el Modo Meridional del Atlántico puede fortalecer y suprimir los ciclones en la cuenca del Pacífico oriental también, debilitando las temporadas de ciclones tropicales allí durante su fase positiva e intensificándolos durante su fase negativa.
Los océanos atlántico y pacífico no se mezclan
Los ciclones tropicales, como el huracán Patricia que se ve aquí en el Pacífico oriental acercándose a México en 2015, pueden verse influenciados por la variación de las temperaturas de la superficie del mar tanto dentro de su propia cuenca oceánica como desde lejos. Crédito:
Utilizando registros de ciclones de 1950 a 2015 y ciclos climáticos idealizados simulados, los autores descubrieron que cuando la superficie del Atlántico se calienta, los ciclones tropicales posteriores en el Pacífico oriental son menos frecuentes y más débiles.
Del mismo modo, cuando la superficie del Atlántico se enfría, el Pacífico oriental experimenta en cambio ciclones más frecuentes y fuertes. En cuanto al mecanismo que subyace a esta relación, los autores descubrieron que puede estar impulsado por un patrón climático denominado Modo Meridional del Atlántico.
El modo meridional del Atlántico describe los altibajos de las temperaturas superficiales del océano Atlántico. Durante su fase positiva, este modo aporta temperaturas superficiales del mar inusualmente cálidas a los trópicos del norte. En su fase negativa, las temperaturas de la superficie del mar se enfrían.
Los científicos saben que la fase positiva del modo refuerza los ciclones en la cuenca atlántica, mientras que la fase negativa los suprime. Sin embargo, el nuevo estudio sugiere que el Modo Meridional del Atlántico puede fortalecer y suprimir los ciclones en la cuenca del Pacífico oriental también, debilitando las temporadas de ciclones tropicales allí durante su fase positiva e intensificándolos durante su fase negativa.