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Soluciones para el hambre en el mundo
Soluciones a la pobreza y el hambre
Los alimentos son fundamentales para el bienestar humano: nutren el cuerpo, ofrecen medios de vida que sacan a las personas de la pobreza y unen a las comunidades. Aunque los alimentos son una necesidad humana básica, demasiadas personas están atrapadas en un ciclo de hambre por fuerzas que escapan a su control inmediato, como la pobreza, los desastres, los conflictos y la desigualdad.
A pesar de décadas de progreso en la reducción del hambre en el mundo, en 2017 aumentó el número de personas que pasan hambre. Más de 820 millones de personas todavía se acuestan con hambre cada noche, es decir, una de cada nueve personas no tiene los alimentos que necesita para llevar una vida sana y productiva.
La Organización Mundial de la Salud considera que se trata de la mayor amenaza para la salud mundial. El hambre es cíclica y generacional: inhibe la capacidad de las personas para trabajar y aprender al máximo de su potencial, lo que puede frenar su futuro y atraparlos a ellos y a sus familias en más pobreza, y más hambre.
Mercy Corps adopta un enfoque múltiple para ayudar a acabar con el hambre en el mundo, que incluye la implementación de programas que abordan los múltiples factores que impulsan la seguridad alimentaria, al tiempo que participa en debates políticos que influyen en nuestros programas. Conozca este trabajo y lo que se está haciendo para acabar con el hambre en el mundo a continuación.
Por qué el hambre en el mundo es un problema
El nivel del mar sube, los desiertos crecen y la tierra cultivable se reduce. Llueve demasiado o muy poco. Las inundaciones, las tormentas y las sequías destruyen la tierra y el ganado. Para las familias pobres, incluso las pequeñas fluctuaciones meteorológicas pueden ser catastróficas. Los agricultores de subsistencia pierden su fuente de alimentos e ingresos. Los niños son retirados de la escuela para ahorrar dinero. Pueblos enteros pierden sus medios de subsistencia o incluso sus vidas. La gente recurre a medidas drásticas para sobrevivir, como comer menos alimentos o de baja calidad o vender las mismas cosas de las que dependen, como los animales, el equipo y la tierra.
La financiación basada en las previsiones, es decir, la financiación de las medidas de ayuda en función de las previsiones climáticas, es una forma elegante de decir: cuanto antes responda el PMA a un riesgo, mejor y más eficaz será la respuesta. Por ejemplo, en caso de inundación, los alimentos y el material agrícola deben almacenarse en un lugar seguro. Si las previsiones indican que es probable que se produzca una inundación, los alimentos y el equipo pueden trasladarse incluso antes de que empiece a llover. Esto reduce tanto el coste de la ayuda como los impactos negativos del evento.
Alimentando a américa
Por Paul Turner, Director de Food for Life (Publicado originalmente en enero de 1999. Actualizado en marzo de 2012)Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de mil millones de personas en el mundo viven hoy en la pobreza. Jeremy Rifkin, autor de Beyond Beef: The Rise and Fall of the Cattle Industry, comenta:
En América Latina, casi una de cada ocho personas se va a la cama con hambre cada noche. En Asia y el Pacífico, el 28% de la población está al borde de la inanición y experimenta el dolor de un hambre perpetua. En Oriente Próximo, una de cada diez personas está subalimentada.
De hecho, a pesar de los nobles esfuerzos del PMA y de decenas de miles de personas, el hambre en el mundo sigue siendo un grave problema. La verdad contundente es ésta: nunca antes en la historia de la humanidad un porcentaje tan grande de nuestra especie -casi el 20%- ha estado desnutrido. Cada año, entre 40 y 60 millones de personas en todo el mundo mueren de hambre y enfermedades relacionadas. Lamentablemente, el mayor número de víctimas son los niños.
DesnutriciónEn el prólogo del informe del UNICEF de 1998 sobre el «Estado Mundial de la Infancia», el Secretario General Kofi Anan expone una verdad simple pero incuestionable: «Una buena nutrición puede cambiar la vida de los niños, mejorar su desarrollo físico y mental, proteger su salud y sentar unas bases firmes para su productividad futura».
Programa mundial de alimentos
Nadie quiere preocuparse por la procedencia de su próxima comida. Sin embargo, más de 800 millones de personas en todo el mundo -la mayoría de ellas en países en desarrollo- sufren a diario la privación crónica de alimentos.
El hambre en el mundo crea un ciclo del que la gente no puede escapar. Hace que los individuos sean menos productivos y más propensos a las enfermedades, lo que a su vez les hace menos capaces de mejorar sus medios de vida o de obtener mejores ingresos. Pero si el planeta produce suficientes alimentos para alimentar a todo el mundo, ¿por qué hay tanta gente que pasa hambre? Conozca los datos sobre el hambre en el mundo y lo que puede hacer para ayudar.
El hambre en el mundo se refiere a las bolsas de población humana que regularmente no reciben suficientes alimentos para comer. Por tercer año consecutivo, el número de personas hambrientas va en aumento: en 2017, había más de 821 millones de personas que se enfrentaban a la privación crónica de alimentos. Eso es una de cada nueve personas en el planeta.
La gran mayoría de las personas que pasan hambre en el mundo viven en países en desarrollo. La situación es peor en África, donde casi el 21% de la población pasa hambre a diario. Como región, el África subsahariana es la que más lucha, ya que casi una de cada cuatro personas está subalimentada.