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Sistema de salud en estados unidos
El sistema sanitario de ee.uu. explicado en 2021
Los siguientes gráficos y un resumen relacionado exploran una serie de métricas diferentes utilizadas para observar los resultados de salud, la calidad de la atención y el acceso a los servicios. Aunque las métricas inconsistentes e imperfectas dificultan la evaluación firme de la calidad de la salud en todo el sistema de EE.UU., una revisión de los datos disponibles antes del inicio de la pandemia sugiere que en la mayoría de estas medidas, EE.UU. seguía estando por detrás de países comparables ricos y de gran tamaño. A medida que las tasas de mortalidad por todas las causas, la mortalidad materna y los años de vida perdidos se han estancado o han aumentado con el tiempo, la brecha se ha ampliado entre el sistema de salud de Estados Unidos y los de sus pares.
Examinamos los resultados a largo plazo, los resultados de los tratamientos, la atención hospitalaria y la seguridad de los pacientes en EE.UU. y en otros 11 países identificados como de riqueza similar según el PIB y el PIB per cápita. Los datos de la mayoría de los gráficos proceden de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que ha recopilado estadísticas y datos sobre la calidad de la sanidad de varios países del mundo. Es importante señalar que los sistemas sanitarios, las poblaciones y las respuestas de salud pública de estos países pueden variar considerablemente, y que estos factores influyen en los resultados sanitarios de la población.
Ventajas y desventajas del sistema sanitario estadounidense
El Instituto Grattan comenzó con contribuciones a su dotación de 15 millones de dólares de cada uno de los Gobiernos Federal y de Victoria, 4 millones de dólares de BHP Billiton y 1 millón de dólares de NAB. Para salvaguardar su independencia, el consejo del Instituto Grattan controla esta dotación. Los fondos se invierten y contribuyen a financiar las actividades del Grattan Institute. El Instituto Grattan también recibe financiación de empresas, fundaciones y particulares para apoyar sus actividades generales, como se indica en su sitio web.
Stephen Duckett recibió financiación del Australian Centre for American Studies y de Eli Lilly para la redacción y publicación de Duckett, S. J. 1997. Health care in the US: What lessons for Australia? Sydney: Centro Australiano de Estudios Americanos, Universidad de Sydney.
Si es usted pobre, el sistema Medicaid, financiado en parte por el gobierno federal pero gestionado por los estados, es su opción. El alcance de su elegibilidad variará según el estado en el que viva, pero el sistema suele ser bastante mezquino en cuanto a los umbrales de ingresos para poder optar a él.
Reino unido
El sistema sanitario de Estados Unidos está descoordinado y fragmentado y hace hincapié en la intervención en lugar de la prevención y la gestión integral de la salud. Los costes de la atención sanitaria siguen aumentando a un ritmo insostenible y la calidad dista mucho de ser la ideal.i,ii
En las últimas dos décadas, las políticas implementadas a través del Programa de Seguro Médico para Niños (CHIP) y la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible (ACA) han ampliado el acceso a una cobertura de atención médica asequible a millones de adultos y niños que antes no tenían seguro y no cumplían con los requisitos de Medicare. La población no asegurada alcanzó un mínimo histórico del 8,8% con la aplicación de estas políticas.iii Los mayores avances en la cobertura se han producido entre nuestras poblaciones más vulnerables y los adultos jóvenes. Sin embargo, el retroceso de algunas disposiciones de estas políticas ha aumentado el porcentaje de personas sin seguro hasta el 15,5%,iv cerca de lo que era hace una década, cuando nuestra tasa de no asegurados se acercaba al 17%, con casi 50 millones de personas sin seguro.v
El sistema sanitario estadounidense frente a otros países
Con la reciente desestimación por parte del Senado de Estados Unidos de los planes modificados para la asistencia sanitaria en el país, los diferentes sistemas sanitarios de otros países han cobrado un considerable interés público. La asistencia sanitaria en Estados Unidos puede variar drásticamente en función de las circunstancias personales de cada persona. Factores como el empleo, el servicio militar y la edad pueden cambiar el tipo de seguro -si es que hay alguno- que alguien puede obtener. Explorar los puntos fuertes y débiles de cada uno de ellos puede arrojar luz sobre diferentes opciones para modificar la política sanitaria estadounidense.
Existen cuatro modelos principales de sistemas de asistencia sanitaria: el modelo Beveridge, el modelo Bismarck, el modelo de Seguro Nacional de Salud y el modelo de bolsillo. Aunque en teoría estas categorías tienen separaciones políticas distintas, en realidad la mayoría de los países tienen una mezcla de estos enfoques, aunque generalmente tienen un único sistema de asistencia sanitaria que es uniforme para la mayoría de los ciudadanos. Estas distinciones son eficaces para diferenciar las escuelas de pensamiento sobre la política sanitaria, pero las políticas de cada país deben analizarse a la hora de determinar las posibles mejoras.