Libertad de expresion en internet

¿debe restringirse la libertad de expresión en internet?

Esta publicación, que constituye un recurso inestimable para los estudiantes de derecho, política, relaciones internacionales y tecnología, así como para los diplomáticos y los agentes de la sociedad civil, demuestra cómo el Consejo de Europa contribuye a garantizar que la voz de todos en línea pueda ser escuchada. Esto es clave para una digitalización sostenible, orientada a los derechos humanos y centrada en las personas.

Los derechos humanos son importantes en Internet. Sin libertad de expresión, las personas no pueden participar en todo lo que ofrece la sociedad de la información. Sin embargo, la libertad de expresión en línea está en peligro. Entre las leyes estatales, las normas privadas y los algoritmos, la plena participación en el espacio comunicativo online se enfrenta a muchos retos. Esta publicación explora el profundo impacto de Internet en la libertad de expresión y cómo puede garantizarse eficazmente en línea.

La segunda edición actualizada de esta introducción a la protección de la libertad de expresión en línea responde a preguntas esenciales sobre el alcance y los límites de la libertad de expresión en línea y el papel de las redes sociales, los tribunales, los Estados y las organizaciones en los espacios de comunicación en línea. En un lenguaje claro, con ejemplos vívidos que abarcan dos décadas de derecho de Internet, los autores responden a las preguntas sobre la libertad de expresión en el ciberespacio. Abordando cuestiones que van desde la protección de los blogueros hasta el derecho de acceso a la información en línea, la publicación también muestra la importancia de las actividades de establecimiento de normas, supervisión y promoción de las organizaciones internacionales y no gubernamentales, e incluye un capítulo sobre la práctica nacional pertinente. Presta especial atención al papel de la legislación europea en materia de derechos humanos y del Consejo de Europa como la organización de derechos humanos más importante de esta región.

Libertad de expresión y censura en la tecnología

Incluso cuando los gobiernos de todo el mundo reconocieron las dificultades inherentes a la censura de Internet, las propuestas legislativas siguieron amenazando la libertad de expresión. Mientras los grupos de derechos humanos y de libertades civiles señalaban las implicaciones globales para los derechos a la intimidad y a la libertad de expresión que representaban tales propuestas, los reguladores de todo el mundo se apresuraron a perfeccionar la vigilancia en línea, el cribado y otras tecnologías de control.

Human Rights Watch, junto con otros miembros de la Campaña Mundial por la Libertad en Internet (GILC, por sus siglas en inglés), abogó por una consideración más deliberada de los llamados enfoques autorreguladores para el control de contenidos en Internet. La Declaración de los miembros de la Campaña Mundial por la Libertad en Internet (presentada en septiembre en la Cumbre sobre Contenidos de Internet) subrayó además el peligro de que los sistemas de clasificación y filtrado puedan, de hecho, facilitar la censura gubernamental.

El despliegue a gran escala de los sistemas de clasificación y bloqueo podría ser utilizado por los reguladores para sofocar la expresión y marginar a los sitios web que no adopten las clasificaciones. La existencia de un sistema de clasificación estandarizado para los contenidos de Internet -con los cambios técnicos que lo acompañan para facilitar el bloqueo- permitiría a los gobiernos exigir a los proveedores de servicios de Internet (PSI) y a otros proveedores de acceso a contenidos (bibliotecas públicas, escuelas, etc.) que emplearan dichos regímenes.

Barreras a la libertad de expresión en internet

Internet ha abierto nuevas posibilidades para la realización del derecho a la libertad de expresión. Esto se debe a las características únicas de Internet, como «su velocidad, su alcance mundial y su relativo anonimato»[9]. Estas características distintivas han permitido a los individuos utilizar Internet para difundir información en «tiempo real», y para movilizar a la gente[10] El Relator Especial de las Naciones Unidas sobre la promoción y protección del derecho a la libertad de opinión y de expresión (Relator Especial) afirma que:

A diferencia de cualquier otro medio, Internet ha facilitado la capacidad de las personas para buscar, recibir y difundir información e ideas de todo tipo de forma instantánea y barata a través de las fronteras nacionales. Al ampliar enormemente la capacidad de las personas para disfrutar de su derecho a la libertad de opinión y expresión, que es un «facilitador» de otros derechos humanos, Internet impulsa el desarrollo económico, social y político, y contribuye al progreso de la humanidad en su conjunto[11].

En lo que respecta a la libertad de expresión, Internet constituye una plataforma convincente para la descentralización de la información y del control institucional; en el mejor de los casos, actúa como un nivelador del acceso al conocimiento.

Artículo sobre la libertad de expresión y la censura en filipinas

Eleanor Roosevelt y la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948) – El artículo 19 establece que «Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión»[1].

El artículo 19 de la DUDH establece que «toda persona tiene derecho a opinar sin ser molestada» y «toda persona tiene derecho a la libertad de expresión; este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección». La versión del artículo 19 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos lo modifica posteriormente al establecer que el ejercicio de estos derechos conlleva «deberes y responsabilidades especiales» y puede «estar sujeto, por consiguiente, a ciertas restricciones» cuando sea necesario «[p]ara respetar los derechos o la reputación de los demás» o «[p]ara proteger la seguridad nacional, el orden público o la salud o la moral públicas»[3].