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Importancia de china en el panorama politico y economico del mundo
El ascenso de china: cómo la economía
El primer ministro chino, Li Keqiang, presenta el «informe de trabajo» del gobierno durante la segunda sesión de la 13ª Asamblea Popular Nacional en el Gran Salón del Pueblo en Pekín, China, el 5 de marzo de 2019 (Imaginechina photo via AP Images).
Tanto como cualquier otro desarrollo individual, el ascenso de China en las últimas dos décadas ha remodelado el paisaje de la política mundial. A partir de su entrada en la Organización Mundial del Comercio en diciembre de 2001, China transformó rápidamente su economía de «fábrica del mundo» de bajo coste a líder mundial en tecnologías avanzadas. Por el camino, ha transformado las cadenas de suministro mundiales, pero también la diplomacia internacional, aprovechando su éxito para convertirse en el principal socio comercial y de desarrollo de las economías emergentes de Asia, África y América Latina.
Pero la emergencia de Pekín como potencia mundial también ha creado tensiones. Las primeras expectativas de que la integración de China en la economía mundial conduciría a la liberalización en el interior y a la moderación en el exterior han resultado demasiado optimistas, especialmente desde que el presidente Xi Jinping subió al poder en 2012. En cambio, Xi ha supervisado una represión interna de la disidencia, con el fin de apuntalar y ampliar el control del Partido Comunista Chino sobre todos los aspectos de la sociedad china. Las reformas económicas necesarias se han dejado de lado, mientras que las prácticas comerciales injustas, como las transferencias de tecnología forzadas y otras restricciones para las empresas extranjeras que operan en China, han dado lugar a una guerra comercial con Estados Unidos y a crecientes críticas por parte de Europa.
El ascenso de china en la política mundial
A medida que la economía china ha ido madurando, el crecimiento de su PIB real se ha ralentizado de forma significativa, pasando del 14,2% en 2007 al 6,6% en 2018, y el Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que ese crecimiento caiga hasta el 5,5% en 2024. El Gobierno chino ha aceptado la ralentización del crecimiento económico, calificándola de «nueva normalidad» y reconociendo la necesidad de que China adopte un nuevo modelo de crecimiento que dependa menos de la inversión fija y la exportación, y más del consumo privado, los servicios y la innovación para impulsar el crecimiento económico. Estas reformas son necesarias para que China no caiga en la «trampa de la renta media», que se produce cuando los países alcanzan un determinado nivel económico pero empiezan a experimentar una fuerte disminución de las tasas de crecimiento económico porque son incapaces de adoptar nuevas fuentes de crecimiento económico, como la innovación.
El gobierno chino ha hecho de la innovación una de las principales prioridades de su planificación económica a través de una serie de iniciativas de gran repercusión, como «Made in China 2025», un plan anunciado en 2015 para actualizar y modernizar la fabricación china en 10 sectores clave mediante una amplia ayuda gubernamental con el fin de convertir a China en un importante actor mundial en estos sectores. Sin embargo, estas medidas han suscitado cada vez más la preocupación de que China pretenda utilizar las políticas industriales para disminuir la dependencia del país de la tecnología extranjera (incluso bloqueando a las empresas extranjeras en China) y acabar dominando los mercados mundiales.
La economía política de china
Este artículo trata sobre la economía de la República Popular China. Para la economía de la República de China, véase Economía de Taiwán. Para el libro, véase La economía china: Transiciones y crecimiento. Para otros usos, véase Economía de China (desambiguación).
Cuenta corriente 164.900 millones de dólares (2017)[7]Deuda externa bruta 1,598 billones de dólares (31 de diciembre de 2017)[7]Finanzas públicasDeuda pública 47% del PIB (2017)[7][nota 4]Saldo presupuestario-6,5% del PIB (2019)Ingresos¥30,74 billones(4,45 billones)[19]
China también alberga más de doscientas startups tecnológicas privadas (unicornios tecnológicos), cada una de ellas con una valoración de más de 1.000 millones de dólares, el mayor número del mundo[73] China tiene las mayores reservas de divisas del mundo, por valor de 3,1 billones de dólares,[74] pero si se incluyen los activos extranjeros de los bancos comerciales estatales de China, el valor de las reservas de China se eleva a casi 4 billones de dólares[75].
Artículos principales: Historia económica de China antes de 1912, Historia económica de China (1912-1949) e Historia económica de China (1949-actualidad)Históricamente, China fue una de las principales potencias económicas del mundo durante la mayor parte de los dos milenios que van desde el siglo I hasta el XIX. [43][91][92][93][94] China representaba alrededor de una cuarta parte del PIB mundial hasta finales del siglo XVIII y aproximadamente un tercio del PIB mundial en 1820, cuando comenzaba la Revolución Industrial en Gran Bretaña[95][96][97][98] El PIB de China en 1820 era seis veces mayor que el de Gran Bretaña, la mayor economía de Europa, y casi veinte veces el PIB de los nacientes Estados Unidos[99].
Historia del crecimiento económico de china
A medida que la economía china ha ido madurando, el crecimiento de su PIB real se ha ralentizado significativamente, pasando del 14,2% en 2007 al 6,6% en 2018, y el Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que ese crecimiento caiga hasta el 5,5% en 2024. El Gobierno chino ha aceptado la ralentización del crecimiento económico, calificándola de «nueva normalidad» y reconociendo la necesidad de que China adopte un nuevo modelo de crecimiento que dependa menos de la inversión fija y la exportación, y más del consumo privado, los servicios y la innovación para impulsar el crecimiento económico. Estas reformas son necesarias para que China no caiga en la «trampa de la renta media», que se produce cuando los países alcanzan un determinado nivel económico pero empiezan a experimentar una fuerte disminución de las tasas de crecimiento económico porque son incapaces de adoptar nuevas fuentes de crecimiento económico, como la innovación.
El gobierno chino ha hecho de la innovación una de las principales prioridades de su planificación económica a través de una serie de iniciativas de gran repercusión, como «Made in China 2025», un plan anunciado en 2015 para actualizar y modernizar la fabricación china en 10 sectores clave mediante una amplia ayuda gubernamental con el fin de convertir a China en un importante actor mundial en estos sectores. Sin embargo, estas medidas han suscitado cada vez más la preocupación de que China pretenda utilizar las políticas industriales para disminuir la dependencia del país de la tecnología extranjera (incluso bloqueando a las empresas extranjeras en China) y acabar dominando los mercados mundiales.