Contenidos
Declararse en bancarrota en españa
Ley de insolvencia española
En estos tiempos de incertidumbre, muchas empresas en España se enfrentan a la posibilidad de insolvencia, una situación que siempre es desalentadora. En CostaLuz Abogados, ofrecemos todo el apoyo a las empresas que están en o a punto de entrar en dificultades financieras.
A cambio de este requisito, la ley libera a los administradores de empresas de la obligación de pagar la deuda con sus propios bienes. Esto es especialmente importante para los negocios propiedad de empresas en España.
La ley sólo es efectiva para las personas físicas y jurídicas que soliciten formalmente el inicio del procedimiento concursal. Deben hacer esta solicitud en el plazo de dos meses naturales desde que saben que están a punto de ser insolventes o que lo serán en un futuro próximo.
Si usted o su empresa no solicitan formalmente el inicio del procedimiento de insolvencia, lo más probable es que uno de sus acreedores inicie el proceso. Esto tiene graves consecuencias para usted y su empresa, ya que un tribunal puede declararle causante o agravante de la quiebra.
Si su empresa está entrando en concurso de acreedores o cree que este escenario está en el horizonte, póngase en contacto con nosotros inmediatamente. Ofrecemos una consulta gratuita de su caso para determinar la mejor manera de ayudarle en este difícil momento.
España concurso de acreedores 1557
El concurso de acreedores es un proceso judicial que se inicia a instancia de parte, con una solicitud que puede ser presentada por el deudor (concurso voluntario), por un acreedor (concurso forzoso) o por cualquier otra persona a la que la Ley Concursal atribuye legitimidad, como los socios.
El artículo 5 de la Ley Concursal (Ley 22/2003, de 9 de julio), establece la obligación del deudor de presentar el concurso en el plazo de dos meses desde que el deudor hubiera conocido o debiera conocer su estado de insolvencia.
Antes de la reciente reforma de la Ley Concursal aprobada por la Ley 38/2011, de 10 de octubre, el artículo 5.3 permitía la posibilidad de ampliar el plazo para solicitar el concurso voluntario a cuatro meses, pero sólo para aquellos deudores que estuvieran en situación de insolvencia actual. Con la reforma de la Ley Concursal, el nuevo artículo 5 bis permite ampliar el plazo en tres meses para aquellos deudores que se encuentren en situación de insolvencia actual y de insolvencia inminente.
Quiebras en españa 2020
Para entender el llamado proceso preconcursal, hay que tener en cuenta lo dispuesto en el artículo 5.1 de la Ley Concursal (IL). Según este artículo, el deudor debe solicitar la declaración de concurso dentro de los dos meses siguientes a la fecha en que el deudor hubiera conocido o debido conocer su insolvencia.
Tras aclarar qué es un concurso de acreedores y cuándo procede, hablaremos del proceso preconcursal. La reforma de la Ley Concursal y el artículo 5 bis de la misma introdujeron la figura del preconcurso. Este artículo permite al deudor concursado renunciar a la obligación de solicitar el concurso ante el Juzgado de lo Mercantil durante un periodo máximo de cuatro meses.
Si antes de ese tiempo (los dos meses), el deudor concursado comunica al Juzgado que ha iniciado una serie de negociaciones con los acreedores, el plazo anterior quedará congelado, y el deudor no estará obligado a presentar el concurso en el tiempo establecido por el artículo 5.1 de la IL (los dos meses).
Una vez que el deudor concursado presente la documentación necesaria ante el Juzgado de lo Mercantil, dispondrá de tres meses para cerrar un acuerdo con los acreedores. Este acuerdo puede consistir, entre otras cosas, en que el acreedor renuncie o perdone parte o la totalidad de la deuda.
Declararse en bancarrota en españa 2022
Raymond ejerce la abogacía desde 2003. Tras completar su doble titulación en Derecho y Dirección de Empresas en Madrid (ICADE), pasó a trabajar en prestigiosos despachos de abogados españoles e ingleses en España. También cuenta con experiencia internacional, habiendo trabajado durante varios años en el Reino Unido para una importante multinacional británica.
Aprovechando los amplios conocimientos y la experiencia adquirida, creó su propio despacho en Marbella. Asesora principalmente a clientes domiciliados en el Reino Unido y en otros países. Sus principales áreas de especialización son la transmisión de inmuebles y la fiscalidad de los no residentes.
En 2003 se aprobó la Ley 22/2003, Ley Concursal, que actualizó el anticuado procedimiento de insolvencia español. Las leyes anteriores, que pretendían ser «temporales», eran de 1885 y 1922. El momento de la ley no podía ser mejor, ya que poco después de su aprobación la economía española sufriría una grave recesión que llevaría a miles de empresas a la insolvencia.
Esta nueva ley ha sufrido más de dos docenas de modificaciones en tan poco tiempo. Algunas de ellas han sido importantes para ayudarla a adaptarse a la realidad, ya que la ley no estaba funcionando como se pretendía. En teoría, la misión de esta ley es salvar a las empresas que se acogen a la protección de los acreedores ayudándolas a salir de la suspensión de pagos y volver a operar con normalidad.