Daniel ortega y rosario murillo

camila antonia ortega murillo

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Rosario María Murillo Zambrana (pronunciación en español: [roˈsaɾjo muˈɾiʝo]; nacida el 22 de junio de 1951) es la vicepresidenta y primera dama de Nicaragua. Está casada con el actual presidente Daniel Ortega. Murillo ha sido la principal portavoz del gobierno nicaragüense,[1] ministra del gobierno,[2] jefa de la Asociación Sandinista de Trabajadores de la Cultura y coordinadora de comunicación del Consejo de Comunicación y Ciudadanía. El 10 de enero de 2017 tomó posesión como vicepresidenta de Nicaragua[3][4] y en agosto de 2021 fue objeto de sanciones personales por parte de la Unión Europea, por supuestas violaciones de los derechos humanos. [5]

Murillo nació en Managua, Nicaragua. Su padre era Teódulo Murillo Molina (1915-1996), cultivador de algodón y ganadero. Su madre era Zoilamérica Zambrana Sandino (1926-1973) (hija de Orlando José Zambrana Báez y Zoilamérica Sandino Tiffer), sobrina del general Augusto César Sandino (1895-1934) que luchó contra la ocupación estadounidense en Nicaragua [6]. [La abuela materna de Murillo, Zoilamérica Sandino Tiffer, era hermanastra paterna de Augusto Nicolás Calderón Sandino, también conocido como Augusto César Sandino[7]. Según el historiador nicaragüense Roberto Sánchez, Murillo está emparentada por vía materna con el héroe nacional de Nicaragua, Augusto Sandino[8].

daniel ortega house

Daniel Ortega and Rosario Murillo as heads of a country that bites its own tail, demonstrating that Somozaism, in Nicaragua, was not the exception, but the rule… And making it clear, in turn, that Sandinismo, in reality, was little more than a Western romantic construct: a bunch of eulogies by José Saramago and Noam Chomsky; the title of a (formidable) Clash album.

If a comparison with a powerful marriage makes sense, it would be with a fictional marriage: Frank and Claire Underwood, the protagonists of House of Cards, the series of reference for almost the entire Western political class until Kevin Spacey fell from grace.

There is, therefore, nothing implicit in Murillo’s power. There is nothing fanciful or conspiratorial about her ascendancy over the country’s government, because she is the country’s government. She does not want to be the devoted wife, she wants to be the wife who decides in a nation that has become her cortijo. She, as it is not known if Elena Ceaucescu would do, but certainly Claire Underwood would do, is capable of going out in a press conference, March 4, 1998, to defend her partner in front of her own daughter, Zoilamérica Ortega, from a few days before, again, Zoilamérica Narváez.