Agricultura y cambio climatico

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Ahora, los dos ganaderos están transformando 100 acres de pastos de regadío, pasando de plantas forrajeras anuales a plantas perennes nativas, como la hierba silvestre. Las raíces más largas de las plantas perennes ayudan a crear un suelo más sano y poroso, que mejora la retención de agua en una región cada vez más afectada por la sequía. Drews y Solís tienen previsto empezar a compostar el estiércol de los cerdos y esparcirlo por sus campos, a diferencia del método convencional de arrojar los residuos a fosas abiertas. También han adquirido 70 vacas para producir carne de vacuno alimentada con hierba. Utilizando una práctica llamada pastoreo rotativo, mueven el rebaño a través de una serie de pequeños potreros para dar tiempo a que los pastos se recuperen, alimentados por el estiércol que deja el ganado. Encina Farms no utiliza fertilizantes químicos ni pesticidas, hormonas o antibióticos. Y Drews ya sueña con ampliar su explotación y salvaguardar más bosques de robles nativos del norte de California, árboles que actúan como sumideros naturales de carbono y que corren el riesgo de ser arrasados para dar paso a viñedos o subdivisiones.

manual sobre el cambio climático a

Los esfuerzos por frenar las emisiones de gases de efecto invernadero y el impacto del calentamiento global se quedarán muy cortos si no se producen cambios drásticos en el uso de la tierra, la agricultura y la dieta humana, advierten destacados investigadores en un informe de alto nivel encargado por las Naciones Unidas. El informe especial sobre el cambio climático y la tierra elaborado por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) describe las dietas basadas en plantas como una gran oportunidad para mitigar el cambio climático y adaptarse a él, e incluye una recomendación política para reducir el consumo de carne.

El informe destaca la necesidad de preservar y restaurar los bosques, que absorben el carbono del aire, y las turberas, que liberan carbono si se excavan. El ganado criado en pastos creados mediante la tala de bosques es especialmente intensivo en emisiones. Esta práctica suele ir acompañada de una deforestación a gran escala, como se observa en Brasil y Colombia. Las vacas también producen grandes cantidades de metano, un potente gas de efecto invernadero, al digerir sus alimentos. El informe afirma con gran confianza que las dietas equilibradas con alimentos de origen vegetal y animal producidos de forma sostenible «presentan grandes oportunidades de adaptación y mitigación, al tiempo que generan importantes beneficios colaterales en términos de salud humana». Para 2050, los cambios en la dieta podrían liberar varios millones de kilómetros cuadrados de tierra y reducir las emisiones mundiales de CO2 en hasta ocho mil millones de toneladas al año, en relación con el mantenimiento de la situación actual, estiman los científicos (véase «¿Qué pasaría si la gente comiera menos carne?»).

cambio climático, agricultura y seguridad alimentaria

La agricultura contribuye de forma significativa al calentamiento global antropogénico, y la reducción de las emisiones agrícolas -principalmente de metano y óxido nitroso- podría desempeñar un papel importante en la mitigación del cambio climático. Sin embargo, existen importantes diferencias entre el dióxido de carbono (CO2), que es un contaminante de reserva, y el metano (CH4), que es predominantemente un contaminante de flujo. Esta dinámica hace que la información convencional sobre las tasas de emisión equivalentes de CO2 sea muy ambigua y no refleje directamente las contribuciones históricas o previstas al cambio de la temperatura global. En consecuencia, las funciones y responsabilidades de los distintos sectores que emiten diferentes gases quedan igualmente oscurecidas por los medios habituales de comunicación de los escenarios de reducción de emisiones mediante la equivalencia de CO2. Abogamos por un cambio en la forma de comunicar las emisiones de gases de efecto invernadero de la agricultura y de pensar en su mitigación para reflejar mejor las distintas funciones de los diferentes gases de efecto invernadero. También hay que recordar a los responsables políticos, a las partes interesadas y a la sociedad en general que el papel de la agricultura en la mitigación del clima es un tema mucho más amplio de lo que la ciencia del clima puede informar por sí sola, ya que incluye consideraciones de viabilidad económica y técnica, preferencias de suministro de alimentos y uso de la tierra, y nociones de equidad y justicia. Una perspectiva más matizada sobre los impactos de las diferentes emisiones podría ayudar a estas conversaciones.

el cambio climático y la agricultura mundial

La agricultura se ve especialmente afectada por el cambio climático. Si se tiene en cuenta que el 75% de la producción de alimentos depende de sólo doce plantas y cinco especies animales, queda claro lo vulnerable que es el suministro de alimentos en el mundo.

El cambio climático está provocando un calentamiento global y el tiempo es cada vez más imprevisible. Aumentan los fenómenos extremos, como las sequías, las inundaciones y los fuertes vientos. El cambio de las condiciones ambientales está contribuyendo a reducir la diversidad genética de los productos agrícolas. La agricultura también está sometida a la presión del crecimiento demográfico, que devora cada vez más recursos. La calidad del suelo se deteriora debido a un uso inadecuado. El resultado es la disminución de los rendimientos.

La agricultura no sólo es víctima del cambio climático, sino que también contribuye a él: los óxidos de nitrógeno de los suelos y los fertilizantes, así como el metano procedente de los rumiantes, el cultivo del arroz y la gestión del estiércol, son responsables del 90% de las emisiones agrícolas. Se calcula que éstas representan entre el 10 y el 12% de las emisiones antropogénicas de gases de efecto invernadero a nivel mundial.