El jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, el primer ministro británico, Gordon Brown, y el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, apostaron hoy por la creación de un «colegio internacional» que supervise y controle a los sistemas financieros.
Ésta fue una de las principales conclusiones de la reunión que mantuvieron hoy en un céntrico hotel de Manhattan los tres mandatarios con el primer ministro de Australia, Kevin Rudd; el presidente de Tanzania y titular de turno de la Unión Africana (UA), Jakaya Kikwete; el primer ministro danés, Anders Fogh Rasmussen; y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.
En este encuentro, organizado por Brown aprovechando el inicio de los debates de la Asamblea General de las Naciones Unidas, todos coincidieron en la «seriedad» de la situación económica y en la desconfianza que se ha extendido internacionalmente por la crisis del sistema financiero estadounidense, según dijeron fuentes de la delegación española.
Apoyaron así la política de rescate del sistema financiero estadounidense desde el sector público, impulsada por la Administración Bush, y confiaron en un «acuerdo rápido» entre republicanos y demócratas.
Los asistentes a la reunión acordaron que en las próximas cumbres y citas internacionales se adopten medidas de supervisión internacional de los sistemas financieros, «con normas más estrictas y rigurosas», añadieron las fuentes.
En este contexto, instaron al Fondo Monetario Internacional (FMI) a encargarse de controlar esa regulación y apostaron por la creación del colegio internacional de supervisión.
Brown y Barroso se encargaron tras la reunión de informar de sus conclusiones al director del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, y al presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet.
El presidente de la Comisión Europea anunció por su parte que el Consejo Europeo, que se reunirá el próximo 15 de octubre en Bruselas, estudiará la adopción de un nuevo paquete de medidas económicas.
Los asistentes al encuentro destacaron la necesidad de que la crisis financiera internacional no sirva de «coartada» para frenar la política de cooperación y dar la espalda a los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU.
Zapatero canceló su asistencia a la III Velada Iberoamericana por participar en la reunión organizada por Brown, con lo que el anfitrión de la cena con los cancilleres latinoamericanos correspondió un año más al ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos.