El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, manifestó este jueves su voluntad de negociar «hasta el último segundo» con el Gobierno central para evitar un recurso a la Ley de Cajas de Galicia,y se mostró dispuesto a modificar aspectos puntuales o técnicos, pero advirtió de que, en ningún caso, aceptará «recortes» que frenen en la comunidad gallega «principios» aceptados en otras autonomías.
«Si tiene dudas legítimas y de buena fe, nos sentamos y las vemos; esa es nuestra hoja de ruta», subrayó el mandatario gallego en la rueda de prensa posterior al Consello de la Xunta, donde matizó que si lo que se busca es «bloquear» el futuro de Caixa Galicia y Caixanova, será «responsabilidad» del Gobierno de España y de los socialistas gallegos, pero él no participará.
Feijóo insistió en que la Xunta prefiere «el diálogo al conflicto y la solvencia y galleguidad al bloqueo de las cajas» antes de recordar que la ley que las regula fue aprobada por «dos tercios» del Parlamento gallego por lo que un recurso a la misma iría contra la Cámara autonómica, no contra él o su Gobierno.
Como prueba de su vocación «negociadora», aludió a los «contactos continuos mantenidos» en las últimas semanas –ayer mismo habló con «alguien» del Gobierno–, y lamentó que, aún así, todo apunte a que éste seguirá «las directrices de Ferraz» y recurrirá finalmente la ley de cajas. «Seguiremos pidiéndole hasta el último segundo que no lo haga», proclamó al respecto.
En este escenario, el presidente se mostró dispuesto a negociar con el Estado «algunas cuestiones» puntuales de la normativa, fundamentalmente de carácter técnico, consultando con el BNG cualquier posible cambio, aunque advirtió de que no admitirá recortes de «principios» legislativos que lleven a las cajas «a una situación de precipicio».
«Un gallego tiene los mismos derechos que tienen un andaluz, un catalán o un vasco», argumentó, a continuación, Núñez Feijóo, quien enfatizó que Galicia tiene «vida inteligente» que sabe tender la mano y negociar, pero también «leer» las leyes aprobadas recientemente en otras autonomías. «Y en la norma gallega no hay ningún precepto que no esté en ellas», remarcó para exigir, al tiempo, «que no se castigue, amenace o bloquee a Galicia».
«ABUSO DE PODER»
De hecho, recalcó que él nunca será responsable de «bloquear» el futuro de Caixa Galicia y Caixanova, entre las que ve una posibilidad «real, sólida y solvente» de fusión para crear «la quinta caja más grande de España», y acusó al Gobierno central de abrir un debate «por motivos políticos» que no gira en torno a la inconstitucionalidad sino «a la inconsistencia».
«Es inconsistente que el mismo partido que apoya el Estatut y la eliminación de las provincias catalanas presente un recurso a la ley gallega de cajas», reflexionó para anunciar que, incluso si éste se materializa finalmente, la Xunta actuará con la «responsabilidad» y el «respeto» a la Constitución.
Así, avanzó que su Gobierno, ante un eventual recurso, analizará las razones que se alegan para realizar la «correspondiente contestación». «Se puede gobernar desde el abuso de poder o con razonamientos; nosotros actuaremos con la serenidad que da la fuerza de la razón», aseveró y garantizó que mientras sea presidente «defenderá a Galicia». «Y sino habrá que buscar a otro», concluyó.
AVAL DE RAJOY
Por último, Alberto Núñez Feijóo evitó profundizar en las declaraciones realizadas este jueves por el portavoz económico del PP, Cristóbal Montoro, quien aseguró en la Cadena SER que la Ley de Cajas estatal se tendría que «haber hecho ya» para «despolitizarlas», al tiempo que abogó por «reducir las competencias» de las comunidades autónomas en tiempos de crisis económica.
«Tengo mi opinión sobre las cajas, que comparte el PP», sentenció Feijóo al respecto, amparándose en el aval de su jefe de filas nacional, Mariano Rajoy, a la fusión entre Caixa Galicia y Caixanova, que «agradeció mucho». «Su exposición pública –el pasado sábado– es la muestra más clara y nítida de lo que opina el PP», resolvió.
