Evolucion del turismo en españa desde los años 60

Estadísticas del turismo en españa 2019

ResumenPocos casos ilustran mejor la potencia del turismo como forma de relaciones internacionales que la experiencia de la España franquista. Históricamente rechazada por todos, salvo por los viajeros más intrépidos, España se convirtió en un importante centro de ocio europeo de posguerra, absorbiendo una corriente masiva de veraneantes en busca de placeres costeros y de una escapada de la rutina. Las consecuencias para España fueron a la vez económicas, culturales y políticas. Los turistas extranjeros reforzaron el régimen condenado al ostracismo, proporcionando a mediados de la década de 1950 su mayor fuente de divisas y una prueba convincente de su aceptación por parte de la Europa democrática. También supusieron un reto para el régimen de Franco y sus principios fundacionales de autarquía moral y económica. La mayor atracción fueron los populares balnearios del litoral mediterráneo, donde el resentimiento hacia la autoridad de Madrid era generalmente mayor. Las economías locales de servicios pronto se vincularon a las redes comerciales internacionales y funcionaron en gran medida al margen de la estructura oficial nacional-corporativista. El boom turístico de la posguerra reforzó la soberanía de la dictadura franquista y, al mismo tiempo, desencadenó una importante transformación institucional y cultural.Palabras claveSerie de posters Moneda extranjera Cambio político Desarrollo turístico Comunidad Económica Europea

Historia del turismo en españa

El turismo en España es el tercer contribuyente más importante a la vida económica nacional después de los sectores industrial y empresarial/bancario, aportando alrededor del 10-11% del PIB español[1] Desde los años 60 y 70, el país ha sido un destino popular para las vacaciones de verano, especialmente con un gran número de turistas del Reino Unido, Irlanda, Francia, Alemania, Italia, el Benelux y Estados Unidos, entre otros. En consecuencia, la industria turística extranjera de España ha crecido hasta convertirse en la segunda más grande del mundo[2].

En 2019, España fue el segundo país más visitado del mundo, registrando 83,7 millones de turistas, lo que supuso el séptimo año consecutivo de cifras récord[3][4][5] Debido a la pandemia de coronavirus, en los once primeros meses del año 2020 sólo visitaron España 18,3 millones de turistas. Estas dramáticas cifras son devastadoras para el sector turístico y son un reflejo de lo que será el peor año para esta industria en términos de ingresos jamás registrado[6].

España ocupa el primer puesto entre 140 países en el Índice de Competitividad de Viajes y Turismo que publica semestralmente el Foro Económico Mundial en 2019,[7] igualando la primera posición ya alcanzada en 2017[8] y 2015.[9]

Coronavirus del turismo en españa

España es un mercado turístico consolidado, no sólo en Europa -la región con más llegadas de turistas del mundo- sino también a nivel mundial. En 2013, España registró más de 100 millones de visitantes internacionales, esto continuó en una tendencia ascendente hasta 2019, cuando el número superó la marca de 125 millones. Esta última cifra representaba más de 2,5 veces la población total de España, que en ese año sumaba 47,1 millones de personas. El turismo es, por tanto, uno de los principales motores de la economía española. En la primera mitad de la década de 2010, el valor añadido bruto (VAB) de las industrias relacionadas con el alojamiento turístico y los servicios de alimentación en el país superó los 50.000 millones de euros en cada año respectivo. Esta cifra creció a lo largo de la segunda mitad de la década, hasta alcanzar los 70.300 millones en 2019. En ese año, el PIB turístico español superó los 150.000 millones de euros.

España es un mercado turístico consolidado, no solo en Europa -la región con más llegadas de turistas del mundo- sino también a nivel global. En 2013, España registró más de 100 millones de visitantes internacionales, esto continuó en una tendencia ascendente hasta 2019, cuando la cifra superó la marca de 125 millones. Esta última cifra representaba más de 2,5 veces la población total de España, que en ese año sumaba 47,1 millones de personas. El turismo es, por tanto, uno de los principales motores de la economía española. En la primera mitad de la década de 2010, el valor añadido bruto (VAB) de las industrias relacionadas con el alojamiento turístico y los servicios de alimentación en el país superó los 50.000 millones de euros en cada año respectivo. Esta cifra creció a lo largo de la segunda mitad de la década, hasta alcanzar los 70.300 millones en 2019. En ese año, el PIB turístico español superó los 150.000 millones de euros.

Cómo era españa en los años 60

El turismo en España es el tercer contribuyente más importante a la vida económica nacional después de los sectores industrial y empresarial/bancario, aportando alrededor del 10-11% del PIB español[1] Desde los años 60 y 70, el país ha sido un destino popular para las vacaciones de verano, especialmente con un gran número de turistas del Reino Unido, Irlanda, Francia, Alemania, Italia, el Benelux y Estados Unidos, entre otros. En consecuencia, la industria turística extranjera de España ha crecido hasta convertirse en la segunda más grande del mundo[2].

En 2019, España fue el segundo país más visitado del mundo, registrando 83,7 millones de turistas, lo que supuso el séptimo año consecutivo de cifras récord[3][4][5] Debido a la pandemia de coronavirus, en los once primeros meses del año 2020 sólo visitaron España 18,3 millones de turistas. Estas dramáticas cifras son devastadoras para el sector turístico y son un reflejo de lo que será el peor año para esta industria en términos de ingresos jamás registrado[6].

España ocupa el primer puesto entre 140 países en el Índice de Competitividad de Viajes y Turismo que publica semestralmente el Foro Económico Mundial en 2019,[7] igualando la primera posición ya alcanzada en 2017[8] y 2015.[9]