El Ministerio Fiscal, personado este jueves en el juicio oral contra Antonio Puerta por sus supuestas agresiones contra su pareja, Violeta Santander, en la puerta y en el interior del Hotel Majadahonda el 2 de agosto de 2008, solicitó al titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Getafe la apertura de diligencias previas contra la aludida por un presunto delito de falso testimonio. La Fiscalía solicitó esta apertura ante las repetidas contradicciones de Santander a lo largo de su declaración en el propio juicio oral con respecto a su primera declaración, tomada por la Policía Local de Majadahonda el 3 de agosto de 2008, un día después de la agresión.
Durante la vista de esta mañana, el número 162 de la Policía Local del municipio, que ejerció como jefe de servicio el día de autos y fue quien tomó declaración a Santander, explicó que en el atestado, redactado junto a otros cuatro agentes, la mujer admitió que había sido objeto de una agresión y que no era la primera vez que Puerta se comportaba así.
Además, el agente insistió en que Puerta era el hombre que Violeta Santander había identificado como su agresor en un primer momento, y subrayó que la mujer no había querido denunciarlo en ese momento pese a admitir la agresión y que no era un comportamiento nuevo en su pareja.
De hecho, Santander contradijo sus propias palabras incluso durante el juicio de hoy, ya que tras decir que en ningún momento Puerta le había levantado la mano ni intentado arrebatar el móvil, los asistentes pudieron ver un vídeo de las cámaras de seguridad del hotel donde era perfectamente visible cómo Puerta le echa una mano a la zona derecha de la cabeza (no se aprecia si es al móvil o al cuello) para quitarle el teléfono.
Asimismo, todos los testigos –personal de la recepción del hotel, una limpiadora y agentes de Guardia Civil y de la Policía Local– admitieron esta mañana que Santander estaba todo el tiempo «muy nerviosa y que lloraba», y el número 162 de los agentes municipales explicó que, tres cuartos de hora después de la agresión, la mujer volvió al lugar de los hechos y que estaba «muy nerviosa, había llorado y tenía un carrillo enrojecido».
Durante toda su declaración, Violeta Santander apareció nerviosa y dubitativa, aunque mientras se escuchaba la versión del policía local y el Ministerio Fiscal leía el atestado de los hechos, intentó interrumpir el juicio diciendo que no era cierto, por lo que el juez tuvo que mandarle callar.
VULNERACIÓN DE SUS DERECHOS
Por su parte, en su declaración final el acusado, Antonio Puerta, afirmó que «el circo mediático» montado en torno al caso y al juicio ha «vulnerado» sus «derechos fundamentales», y afirmó sentirse «cansado» de que el profesor Jesús Neira, que intentó defender presuntamente a Violeta Santander y recibió una paliza por ello, «vaya de plató en plató de televisión» insultándole y llamándole «hijo de puta, maricón y cucaracha».
Además, criticó que Neira «amenace a los jueces y al estamento judicial» y solicitó al titular del tribunal que «ponga freno a esa actitud».
Tras declararse inocente, Puerta relató una vez más que Santander había recibido una llamada al móvil cuando se encontraban en la puerta del hotel, y que en «ningún momento» hubo ninguna discusión, sino sólo una conversación «de pareja», durante la cual él le dijo «amablemente y sin violencia» que «no era el momento de hablar por teléfono» porque estaban registrándose en el hotel.
Entonces hubo un «pequeño forcejeo por el teléfono, pero sin ningún tipo de violencia», tras lo cual Puerta invitó a su novia a salir a la calle porque, según la propia Santander, estaba comentando temas privados que él no quería que oyeran los empleados del establecimiento.
Una vez fuera, «apareció Neira», increpando e insultando a Puerta con apelativos como «cucaracha, maricón e hijo de puta». «Señor, si sigue usted así le daré una ostia», replicó en ese momento el acusado, según su propia declaración, pero ante la insistencia de Neira en sus insultos, «pasó lo que pasó».
El juicio ha quedado hoy visto para sentencia, un fallo que se conocerá «en ocho o diez días» según fuentes del tribunal. Así, tanto el Fiscal como la Abogacía del Estado han pedido nueve meses de cárcel para Puerta, así como la inhabilitación especial durante este tiempo para el derecho de sufragio pasivo. Además, reclama que se le prohíba acercarse a la víctima a una distancia inferior a los 500 metros, al margen del juicio que deberá celebrarse por la agresión a Neira.
La defensa, por su parte, ha solicitado al juez que no se tenga en cuenta como atenuante la drogadicción que el acusado presentaba en ese momento, porque Puerta es un toxicómano pero «no hay lícito penal», y pidió la libre absolución para el joven.