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Bombardeos republicanos guerra civil española
Aviones nacionalistas de la guerra civil española
El Ejército del Aire republicano español era conocido popularmente como «La Gloriosa». Pero, según algunos historiadores, la estructura de mando de las fuerzas leales españolas se vio empañada por la ineptitud y la falta de toma de decisiones a lo largo de la Guerra Civil[6] A partir de las cruciales primeras semanas del conflicto, en julio de 1936, el bando rebelde fue capaz de emprender un transporte aéreo masivo de tropas desde el Marruecos español utilizando principalmente el lento Ju 52, sin ninguna interferencia republicana española. Este fue el primer puente aéreo de combate de largo alcance del mundo y los aviones militares del bando republicano español no lograron controlarlo[7].
La batalla de Guadalajara y la defensa del cielo de Madrid contra los bombardeos nacionalistas durante el largo asedio de la capital serían los únicos escenarios en los que la aviación leal participó de forma efectiva. En otras importantes acciones militares republicanas, como la Ofensiva de Segovia, la Batalla de Teruel y la decisiva Batalla del Ebro, donde la Aviación Nacional ametrallaba sin descanso las posiciones leales con certeros ataques a baja altura,[8] los aviones militares republicanos estuvieron prácticamente ausentes de los cielos. Además, cuando aparecían y atacaban, lo hacían de forma desorganizada e inadecuada que, en su mayoría, no lograba efectos positivos[6].
Resumen de la guerra civil española
El Ejército del Aire republicano español era conocido popularmente como «La Gloriosa». Pero, según algunos historiadores, la estructura de mando de las fuerzas leales españolas se vio empañada por la ineptitud y la falta de toma de decisiones a lo largo de la Guerra Civil[6] A partir de las cruciales primeras semanas del conflicto, en julio de 1936, el bando rebelde fue capaz de emprender un transporte aéreo masivo de tropas desde el Marruecos español utilizando principalmente el lento Ju 52, sin ninguna interferencia republicana española. Este fue el primer puente aéreo de combate de largo alcance del mundo y los aviones militares del bando republicano español no lograron frenarlo[7].
La batalla de Guadalajara y la defensa del cielo de Madrid contra los bombardeos nacionalistas durante el largo asedio de la capital serían los únicos escenarios en los que la aviación leal participó de forma efectiva. En otras importantes acciones militares republicanas, como la Ofensiva de Segovia, la Batalla de Teruel y la decisiva Batalla del Ebro, donde la Aviación Nacional ametrallaba sin descanso las posiciones leales con certeros ataques a baja altura,[8] los aviones militares republicanos estuvieron prácticamente ausentes de los cielos. Además, cuando aparecían y atacaban, lo hacían de forma desorganizada e inadecuada que, en su mayoría, no lograba efectos positivos[6].
Hugo sperrle
La Fuerza Aérea Republicana Española era conocida popularmente como «La Gloriosa». Pero, según algunos historiadores, la estructura de mando de las fuerzas leales españolas se vio empañada por la ineptitud y la falta de toma de decisiones a lo largo de la Guerra Civil[6] A partir de las cruciales primeras semanas del conflicto, en julio de 1936, el bando rebelde fue capaz de emprender un transporte aéreo masivo de tropas desde el Marruecos español utilizando principalmente el lento Ju 52, sin ninguna interferencia republicana española. Este fue el primer puente aéreo de combate de largo alcance del mundo y los aviones militares del bando republicano español no lograron frenarlo[7].
La batalla de Guadalajara y la defensa del cielo de Madrid contra los bombardeos nacionalistas durante el largo asedio de la capital serían los únicos escenarios en los que la aviación leal participó de forma efectiva. En otras importantes acciones militares republicanas, como la Ofensiva de Segovia, la Batalla de Teruel y la decisiva Batalla del Ebro, donde la Aviación Nacional ametrallaba sin descanso las posiciones leales con certeros ataques a baja altura,[8] los aviones militares republicanos estuvieron prácticamente ausentes de los cielos. Además, cuando aparecían y atacaban, lo hacían de forma desorganizada e inadecuada que, en su mayoría, no lograba efectos positivos[6].
Gonzalo queipo de llano
La Fuerza Aérea Republicana Española era conocida popularmente como «La Gloriosa». Pero, según algunos historiadores, la estructura de mando de las fuerzas leales españolas se vio empañada por la ineptitud y la falta de toma de decisiones a lo largo de la Guerra Civil[6] A partir de las cruciales primeras semanas del conflicto, en julio de 1936, el bando rebelde fue capaz de emprender un transporte aéreo masivo de tropas desde el Marruecos español utilizando principalmente los lentos Ju 52, sin ninguna interferencia republicana española. Este fue el primer puente aéreo de combate de largo alcance del mundo y los aviones militares del bando republicano español no lograron frenarlo[7].
La batalla de Guadalajara y la defensa del cielo de Madrid contra los bombardeos nacionalistas durante el largo asedio de la capital serían los únicos escenarios en los que la aviación leal participó de forma efectiva. En otras importantes acciones militares republicanas, como la Ofensiva de Segovia, la Batalla de Teruel y la decisiva Batalla del Ebro, donde la Aviación Nacional ametrallaba sin descanso las posiciones leales con certeros ataques a baja altura,[8] los aviones militares republicanos estuvieron prácticamente ausentes de los cielos. Además, cuando aparecían y atacaban, lo hacían de forma desorganizada e inadecuada que, en su mayoría, no lograba efectos positivos[6].